
Hay sitios en el mundo que parecen susurrar, aunque nadie hable en ellos. Lugares donde el aire es más denso, las sombras se alargan incluso de día, y el tiempo... el tiempo parece haber hecho un pacto con algo que no se ve.
“Lugares con encanto… o encantados” es la nueva sección de Mi Biblioteca del Crimen donde las historias no empiezan con un cadáver, sino con una sensación. Una grieta. Un escalofrío. Aquí no analizamos asesinatos ni buscamos culpables. Aquí hablamos de rincones reales —algunos abandonados, otros muy visitados— que guardan leyendas oscuras, presencias inexplicables, o energías que nunca se fueron del todo.
Podrás encontrar antiguas islas utilizadas como lazaretos, pueblos sumergidos bajo la culpa, estaciones de tren que cerraron... pero donde algunos aún escuchan pasos.
Cada historia está basada en hechos documentados, testimonios, investigaciones o simplemente en ese folclore que persiste generación tras generación porque, aunque no siempre haya pruebas, tampoco hay descanso.
Este espacio no busca convencerte de que los fantasmas existen. Solo quiere llevarte hasta la puerta...
Lo que sientas al cruzarla, ya no será cosa nuestra.